Para hacer una obra

Por 1

Para hacer una obra honesta no existen recetas. A veces es difícil distinguir un vicio de un rasgo individual. Hay quienes confunden un tic con el estilo, y suponen que lo personal se construye con redundancias; que basta con repetir indefinidamente un tema o una imagen para que la obra se singularice. El estilo personal no es nada de eso, no se manifiesta en lo fijo y estereotipado sino a través del cambio. Alguien que se repite todo el tiempo no es alguien que posee un estilo formado sino alguien que ha aprendido a copiarse a sí mismo. La mayor prueba de insinceridad es la de  hacer en dos momentos diferentes el mismo cuadro. Una pintura refleja lo que fuimos pero ya no podemos ser. Una obra terminada es un pedazo de nosotros que nos hemos arrancado pero que ya no nos pertenece y que es ridículo volver a recoger.

Eduardo Cohen. Hacia un arte existencial. Reflexiones de un pintor expresionista, p. 56, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1993.