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Acuarela y pastel 3

Hacia un arte existencial.

Amar las cosas es discriminar entre objetos; decir sí a unas y no a otras. Ante la imposibilidad de amar a todos los hombres he de elegir a unos cuantos; ante la imposibilidad de amar todas las cosas elijo unas pocas. Amar las cosas se traduce en conocerlas, conocerlas en sentido bíblico significa poseerlas. Por supuesto no se trata de ser «propietario», sino de ser poseído. Poseer y ser poseído son aquí la misma cosa. Cuando digo que poseo el recuerdo de una frase de Borges, lo que estoy diciendo al mismo tiempo, es que la frase de Borges me posee a mí. Cuando miro un objeto distraídamente no lo poseo; éste pasa a ser mío sólo cuando soy capaz de encontrar en él lo que nadie sino yo puede descubrir: el vínculo que se encuentra debajo de una apariencia de banalidad…

Eduardo Cohen. Hacia un arte existencial. Reflexiones de un pintor expresionista, p. 171, UNAM, México, 1993.

Hacia un arte existencial. Reflexiones de un pinto

La risa circula en nuestro organismo como un flujo vital, y si éste se detiene queda paralizado nuestro apetito por la vida. Sólo nuestra risa nos puede reconciliar con el eventual drama de nuestras vidas. Pero para reír es necesario poner bajo la perspectiva de lo infinito la ridícula finitud de nuestras cuitas. Bajo esta luz, aun la muerte puede aparecer quizás menos lúgubre y trágica. Lo cierto es que nadie que aún ría puede jamás causar lástima…poder ver en las cosas su lado cómico es dar a nuestra mirada un sentido creativo. La lectura irónica de los objetos puede resultar una de las más sugestivas y reveladoras.

Eduardo Cohen.

Hacia un arte existencial. Reflexiones de un pintor expresionista, p. 84, UNAM, México, 1993.

Hacia un arte existencial. Reflexiones de un pintor expresionista

Mis dibujos son resultado de una vista afectada por la miopía, por una serie de manías y obsesiones, por preferencias y fobias, por el amor y el odio que me despiertan las cosas; en fin, por lo que yo soy y por lo que los objetos y las personas significan para mí en este instante, expresado con lo que el material que esté usando me permita decir.

Para experimentar el mundo no poseemos más que nuestros sentidos y tendremos que escucharlos aunque muchas veces nos den «malos» consejos porque es el único modo de hacer saber a los demás la forma particular en que percibimos al mundo.

                  Eduardo Cohen

                   p.185. UNAM, 1993, México

                

Hacia un arte existencial

Cada uno de nosotros recoge en las cosas lo que nos permite ser lo que
somos; pero también lo que vemos en las cosas depende de lo que somos.
Cuando vemos a alguien o a algo no sólo añadimos un nuevo saber sobre el
mundo, sino sobre todo, descubrimos una parte desconocida de nosotros
mismos.
Cada nueva relación nos recrea y pone al descubierto parte de lo que somos
para bien y para mal. De hecho, amamos a quien nos permite ser del modo
que más nos gustamos, y odiamos a aquel que hace emerger, de lo que
somos, la peor parte, aquella que preferiríamos se mantuviera en las
sombras.
Eduardo Cohen
Hacia un arte existencial.


Reflexiones de un pintor expresionista, p.88.
UNAM, México, 1993.

Revista Siempre, 14 de septiembre, 1995.

En el universo de su lenguaje personal dentro del dibujo, Eduardo Cohen fue un creador prolífico, apasionado, contundente, que adquirió y logró una soltura y una originalidad que sólo surgen de la necesidad interna de expresar al universo con un rostro distinto. Hay en sus dibujos la conmoción chagalliana orientada hacia el espacio onírico y el mundo erótico. Sus sueños eran un viaje por los túneles brumosos de la noche del alma, sus dibujos poseían esa conciencia de la voluntad estética que no persigue ninguna finalidad fuera de sus propios elementos.

El arte, la vida y el pensamiento de Eduardo Cohen merecen ser conocidos, estudiados y valorados ahora que su temprana desaparición física nos separa de uno de los pocos pintores expresionistas mexicanos profundos.

Roberto Vallarino

Reflexiones de un pintor expresionista. UNAM, México, 1993

«La función del arte es transfigurar inéditamente los objetos familiares iluminándolos con una nueva luz nueva e ingeniosa. Mediante la parodia, por ejemplo, lo familiar se nos puede volver súbitamente extraño, y lo extraño, familiar; pueden aparecer en los objetos otros rasgos que jamás entrevimos. La sátira de lo cotidiano es una expresión fundamentalmente estética».

«La ironía no es únicamente un contenido que el arte se encarga de vehicular. El arte mismo debe ser ironizado para que pueda cumplir una de sus funciones básicas: la crítica. Además, volver al arte un campo de ejercicio irónico es rescatar otra de sus máximas virtudes: su carácter de diversión, de aventura, de actividad lúdica.»

Eduardo Cohen. Hacia un arte existencial.

Eduardo Cohen (Reflexiones)

«El estilo personal de la obra de un artista no se manifiesta en lo fijo y estereotipado sino a través del cambio. Alguien que se repite todo el tiempo no es alguien que posee un estilo formado sino alguien que ha aprendido a copiarse a sí mismo. La mayor prueba de insinceridad es la de hacer en dos momentos diferentes un mismo cuadro. Una pintura refleja lo que fuimos pero ya no podemos ser. Una obra terminada es un pedazo de nosotros que nos hemos arrancado pero que ya no nos pertenece y que es ridículo volver a recoger. Y si, sin darnos cuenta, empezamos a repetirnos es porque de momento no tenemos nada que decir y no queremos callar. En tal caso hay que tomarlo como un síntoma y tratar de atacar las amenazas de esterilidad asomándonos al mundo, a lo que sucede a nuestro alrededor, y después intentar de nuevo. «

Eduardo Cohen. Hacia un arte existencial. Reflexiones de un pintor expresionista, p. 56. UNAM, México, 1993.